Llevo muchos años explicando que, antes de comunicarte, siempre debes parar un momento para seleccionar el mejor canal de comunicación para este mensaje. Y Zoom, correo electrónico o WhatsApp rara vez son el canal óptimo.
A medida que este tipo de elementos culturales se van normalizando, sigue persistiendo una tendencia al exceso de uso de la videoconferencia para cuestiones que, seguramente, podrían solucionarse de manera mucho más sencilla y directa con una simple llamada de teléfono. De hecho, un estudio llevado a cabo en Carnegie Mellon viene a certificar que las videoconferencias generan una falta de sincronía y una disminución de la inteligencia colectiva frente a otros medios de comunicación más sencillos como el teléfono.